¿Que es un huerto urbano?
Un huerto urbano es un sistema de cultivo pensado para poder producir hortalizas en un patio, terraza o balcón. Lo que ofrecemos es la posibilidad de dedicarse a uno de los oficios más antiguos del mundo: la agricultura.
Los huertos urbanos no están pensados para obtener grandes producciones comercializables sino que están pensados para producir pequeñas cantidades de verduras variadas, para el autoconsumo. De esta manera se aprende más, es más divertido y se aprovecha más.
La producción en un huerto urbano es ecológica, sin la utilización de abonos químicos ni insecticidas y la verdura cosechada estará fresca en el plato y con la máxima calidad.
¿Cómo se trabaja?
La luz:
Los vegetales absorben nutrientes y agua para las raíces. Estos elementos son transportados hacia las partes verdes de la planta, principalmente hojas, a las que se añade el CO2 (dióxido de carbono) tomado del aire, para fabricar materia orgánica.
Este proceso de fabricación de materia orgánica es lo que se llama fotosíntesis:
AGUA + CO2 = MATERIA ORGÁNICA + OXÍGENO
Para realizar la fotosíntesis la planta utiliza la energía de la luz, de ahí su nombre (foto, del griego phos, que significa luz).
En el proceso de fotosíntesis la planta produce oxígeno que es liberado a la atmósfera.
El riego:
La primera pregunta que nos hacemos es qué cantidad de agua necesita nuestro huerto urbano cuando decidimos regarlo. Esto es lo que se denomina dosis de riego , que depende del agua que sale por la regadera o por gotero ( caudal ) y del tiempo que dura el riego.
Si regamos con poca agua tendremos que repetir el riego más a menudo si no queremos que las plantas sufran set ( estrés hídrico ). Si regamos con masa, el exceso de agua saldrá del Huerto urbano y nos lavará los nutrientes del sustrato.
Por tanto, es aconsejable regar hasta que el agua empieza a salir por debajo del Huerto urbano. En el momento que sale un poco de agua por debajo, esto quiere decir que hemos regado demasiado tiempo.
A veces, si el sustrato está muy seco, el agua de riego circula por grietas que se forman en el sustrato y sale por el drenaje pero sin haberlo mojado. Por lo tanto, siempre es aconsejable hacer un agujerito con el dedo para comprobar que el sustrato está húmedo.
El transplante:
El cultivo de la cantera debe ser más cuidadoso que el del huerto. Las plantas y los recipientes son más pequeños y, por tanto, la situación es más delicada.
Debemos trasplantar cuando las raíces ya han colonizado todo el recipiente. Esto sucede cuando el tamaño de la planta es similar al tamaño del recipiente. Por lo tanto, si hacemos el plantel en recipientes grandes podemos tardar más tiempo en trasplantar que si hacemos el plantel en recipientes pequeños. Por ejemplo, una lechuga en un bote de 13 cm de diámetro (aproximadamente un litro de sustrato) puede que se pueda trasplantar después de 6 semanas. En consecuencia, en el huerto el tiempo de cultivo de esta planta será más corto.
Procuraremos dejar las plantas a la distancia recomendada según cada especie.
Abono:
Para asegurarnos de que los nutrientes no faltarán nunca conviene abonar a menudo, cada 3-4 meses.
No todos los abonos orgánicos son iguales. La cantidad de abono que debemos añadir depende de la riqueza en nutrientes que tenga. Por tanto, conviene leer la composición y recomendaciones del fabricante. Pero en un huerto urbano las dosis son mayores que en un campo normal pues las raíces deben encontrar más nutrientes en menos volumen de tierra.
Normalmente añadiremos vermicompost a razón de 10 kg por metro cuadrado a principios del cultivo (primavera) y cada 3 meses añadiremos unos 2 Kg más de vermicompost.
El control del abonado
Como el aporte de nutrientes de la materia orgánica es progresiva, es interesante controlar el nivel de abonado del huerto para saber cuándo es necesario añadir más. Hay tres maneras complementarias de hacer este control.
Calendario: tener apuntado la última vez que pusimos abono, el tipo de abono que pusimos, puede ser de mucha ayuda.
Observación de la planta: las hojas de color amarillento (clorosis), los márgenes de las hojas de color violáceo o las puntas quemadas pueden ser un síntoma de falta de nutrientes.
Control de la conductividad eléctrica: la presencia de minerales en el suelo aumenta la conductividad eléctrica. Este dato da una idea del nivel general de minerales y, por tanto, del nivel general de abono.
Cómo combatir las plagas?
Aparición masiva y repentina de organismos de la misma especie que causan efectos más o menos graves en las plantas. A menudo son ocasionadas por insectos chupadores de la savia de la planta (pulgones, mosca blanca, etc.) Y larvas de moscas y mariposas que comen hojas, brotes tiernos, bulbos, raíces y frutos. También ocasionan daños a los ácaros (araña roja) y algunos moluscos como los caracoles y las babosas.
Fungicida de azufre. Producto a base de azufre para disolver en agua que se usa para combatir ataques de oidio y ácaros. También se puede aplicar azufre en polvo espolvoreando sobre las plantas afectadas.
Fungicida de cobre. Producto a base de cobre útil para la prevención de los ataques producidos por mildiu y para hacer frente a algunas enfermedades bacterianas. Se aplica especialmente en el cultivo de vid y para tratar los rosales, muy propensos a los ataques de hongos. Se debe aplicar con moderación, ya que tiene una cierta toxicidad para la fauna auxiliar.
Productos a base de cola de caballo (aquisetum). Se comercializan en diferentes formatos líquidos semi diluidos o en polvo para macerar. Se aplican como preventivo frente a los ataques de hongos.
Productos a base de ortiga. Se comercializan en diferentes formatos líquidos, semi diluidos o en polvo para macerar. Se aplican pulverizando las hojas o como riego fertilizante. Actúan como reforzando y para paliar el déficit de hierro que hace amarillear las hojas (clorosis).
Vistas de los 56 Huertos
Urbanos
de
Bon Recès
Hasta aquí aparecen los 56 huertos y varias
fotos de las vistas del entorno de Bon Recès
Fermín.
